A pesar de que a la sociedad se le transmita constantemente el mensaje de un futuro de progreso (entendido como un creciente bienestar material por el aumento continuo de las rentas y los avances en la salud y la esperanza de vida), la pérdida de poder adquisitivo y de cohesión social, el empleo precario, las enormes y cada vez mayores desigualdades de rentas, etc., no hacen sino aumentar la sensación de que ese bienestar se está, en realidad, deteriorando. Por otra parte, aunque los medios de comunicación hayan ampliado la cobertura de estos problemas, la información que proporcionan suele ser parcial, las causas de los fenómenos no aparecen con claridad o son inexactas, y se mezclan con mensajes optimistas sobre la abundancia de recursos y la capacidad de atajar los problemas con nuevas tecnologías. Además, asistimos a la manipulación de los conceptos con capacidad de transformación y vemos cómo los productos y las actuaciones se califican con suma facilidad de sostenibles, verdes o ecológicos. Ante tanta confusión, este libro servirá de guía para comprender las falacias de tipo teórico y el escaso poder transformador (cuando no ocurre lo contrario) de las políticas que suelen promover los gobiernos. A través del análisis de la escasez de recursos y de la que el autor considera la única sostenibilidad auténtica (la que imita a la naturaleza), el lector podrá conocer las transformaciones necesarias para alcanzarla en el sistema fiscal, la energía, el transporte y en los modos de producción y consumo. Tales propuestas constituyen elementos de un sistema productivo que es armónico con la naturaleza y que, lejos de ser utópicas, constituyen una necesidad urgente ante el fin de la era de los combustibles fósiles y la escasez de materiales, tierra y agua.