Las amenazas terroristas del siglo XXI obligan a replantear la misión, estructura, objetivos y recursos empleados para combatirlas. Por ello, el papel jugado por la información obtenida y gestionada para generar nuevo conocimiento realza aún más si cabe la capital importancia de la función encomendada a los servicios de inteligencia. En este libro, expertos procedentes de diversas áreas científicas junto a profesionales vinculados a la seguridad y la defensa analizan en quince capítulos el complejo entorno de la elaboración de inteligencia para apoyar la toma de decisiones en la lucha contra el terrorismo actual. Desde la evolución de las estructuras de inteligencia nacionales e internacionales hasta la revisión de la metodología derivada del ciclo de inteligencia, los autores proponen una nueva reflexión interdisciplinar en la que también tiene cabida la dimensión económica de la seguridad nacional.