«Haced como los relojes de sol: contad sólo las horas luminosas.» (E. Jünger)
La vastedad de sus múltiples saberes y la incombustible curiosidad que Ernst Jünger sintió por todos los ámbitos de la cultura humana se ponen ampliamente de manifiesto en El corazón aventurero. Redactado en una primera versión en 1929, el autor sometió este ensayo a una profunda reelaboración a lo largo de los años treinta 02014;cuando publicó obras tan fundamentales como El trabajador, publicado en Tusquets Editores (Ensayo 11), o Sobre los acantilados de mármol02014;, y, finalmente, en 1938 sacó a la luz esta segunda versión que ahora presentamos en una cuidadísima traducción.
Bajo el epígrafe de «Figuras y caprichos», las páginas de El corazón aventurero componen un fascinante caleidoscopio de reflexiones, anotaciones acerca de lecturas y personajes literarios, descripciones de paisajes y ciudades o meditaciones sobre las secretas afinidades que a un perspicaz observador de la naturaleza como Jünger no pasaban inadvertidas. Además, la pasión que, como es sabido, sintió siempre por ciencias como la cristalografía, la entomología o la botánica hacen que sus observaciones sobre plantas, animales o rocas se conviertan en auténticas reflexiones metafísicas. Finalmente, la inclusión de breves e inquietantes cuentos, pesadillas, recuentos de sus paseos por los arrabales berlineses o fragmentos de diario aproximan el libro a los temas característicos del surrealismo.