Los aficionados al cine saben qué es un McGuffin: un pretexto insignificante que, sin embargo, se convierte en el motor de una trama narrativa. Una tontería, irrelevante por sí misma, pero que lleva a las gentes de aquí para allá, les complica la vida y calienta la cabeza. Hitchcock se lo explicaba a otro director, François Truffaut, con un ejemplo, en este caso el de un paquete en el que puede haber cualquier cosa imaginable pero que nadie sabe lo que lleva dentro. Porque lo importante del McGuffin es no abrir el paquete. Cuando se abre el paquete, se acaba el suspense y el cuento se viene abajo.
El nacionalismo es el McGuffin de nuestra izquierda. La tiene entretenida y con el entendimiento sorbido, aunque, como cualquier McGuffin de ley, no vale nada. Algo que incluso los que trafican con esa mercancía empiezan a sospechar.
Las páginas de este libro quisieran abrir el paquete y tasar la mercancía. No es una tarea agradecida. Hay pocos asuntos más fatigosos en los que se atienda menos a datos y razones que los que tienen que ver con el nacionalismo. Insensibles a cualquier argumento que no coincida con sus planteamientos, nuestros nacionalistas contraponen su idea de nación a la nación de ciudadanos. La izquierda, heredera más natural y consecuente del ideal de ciudadanía, del republicanismo político, ha comenzado un camino de vuelta que la ha llevado a recuperar, con otro celofán, la peor idea de nación, la reaccionaria, la que nace en contra de las revoluciones democráticas.
Félix Ovejero es Doctor en Ciencias Económicas y profesor de Economía, Ética y Ciencias Sociales en la Universidad de Barcelona. Ha realizado largas estancias como investigador en las universidades de Chicago y de Madison (Wisconsin) e impartido cursos y seminarios en distintas universidades en Europa y América. Ha publicado numerosos artículos en revistas especializadas sobre teoría social, filosofía de las ciencias sociales y filosofía política. Colabora habitualmente en el diario El País y en revistas como Claves de Razón Práctica, Revista de libros y Letras libres. Entre sus obras más conocidas destacan De la naturaleza a la sociedad ( 1987); Intereses de todos, acciones de cada uno (1989); La quimera fértil (1994); Mercado, ética y economía (1994); La libertad inhóspita (2002); El compromiso del método (2004); Proceso Abierto. El Socialismo Después del Socialismo (2005); Contra Cromagnon. Nacionalismo, ciudadanía, democracia (2007); Incluso un pueblo de demonios: democracia, liberalismo, republicanismo (2009) y en colaboración (con Roberto Gargarella), Razones para el socialismo (2002) y (con Josep Lluís Martí y Roberto Gargarella), Nuevas ideas republicanas: autogobierno y libertad (2003).