La academia también cuenta con sus propias estrellas del rock y Slavoj Žižek es una de las más brillantes y rebeldes. Firme luchador contra el sistema, el icónico filósofo muestra en estas implacables reflexiones cómo la violencia está presente en todas partes y cómo, en demasiadas ocasiones, no somos capaces de discernir entre la violencia subjetiva —la más visible— y la objetiva —la invisible, inherente al estado «normal» de las cosas—.