«Entre el consumismo compulsivo y el abandono en brazos del desánimo, existe una forma de vida equilibrada. Siguiendo esta vía podremos apreciar que todo es en realidad un juego, un disfrute. Si confiamos en nosotros mismos, sabremos que las vivencias y emociones que nos hacen evolucionar son lo importante para una persona que busca ampliar su espiritualidad. La idea es no tenerle miedo ni a la soledad ni al silencio que produce la búsqueda de nosotros mismos.»
Guillermo Ferrara nos propone un concepto de felicidad basado en su trayectoria de buscador y terapeuta espiritual. Analizando sus experiencias vitales, alcanza conclusiones que nos ayudan a ordenar nuestra vida interior y a alcanzar la plenitud.