Cansino, por remachado, resumir en cifras y records la vasta, insólita y
apasionante carrera de Julio Iglesias, además de que hacerlo sería tan
superficial como aceptar por evidencia el grado de vilipendio con el que
se le percibe en su país natal, ignorando el exagerado aprecio que se le
dispensa en muchos rincones de nuestro planeta. Con cuarenta y cinco
años de discos y escenarios a sus espaldas, Julio prescinde de las críticas,
que a estas alturas ya las ha oído de todos los colores, y parece optar por
hacer suya la frase erróneamente atribuida a El Quijote y que éste dirigía
a su fiel escudero, Sancho Panza: "Ladran, luego cabalgamos". Julio sólo
hay uno, y lo parió España.