Ricardo Macarrón fue un hombre tímido y anárquico en su vida personal, pero un pintor de técnica precisa y disciplina en su estudio. Un hombre que con el corazón llegaba al alma de sus modelos y con la cabeza al parecido.Pero era mucho más que un retratista: era un amante de la figura humana, un apasionado del rostro, un estudioso de las facciones, así como un atrevido innovador del color y del paisaje abstracto, que revolucionó la pintura de la España de los años cincuenta. Gracias a ello, se convirtió en el pintor de reyes y reinas de medio mundo; fue además el único artista que retrató a cinco generaciones de los Borbones.Por estas páginas en las que su viuda, la también pintora Alicia Iturrioz, desgrana sus recuerdos de su medio siglo de vida, amor y peripecias juntos, desfilan gitanas, empresarios, aristócratas, celebridades y nueve reinas cuyo espíritu quedó plasmado en la pintura de Macarrón: una majestuosa Victoria Eugenia de Battenberg; doña Mercedes de Borbón; una parlanchina Gracia de Mónaco; una imponente Isabel II de Inglaterra, que descansaba contemplando con Alicia los jardines de Buckingham Palace; una Noor de Jordania retratada con un vestido que pesaba veinticinco kilos; las grandes duquesas de Luxemburgo Carlota y María Teresa; una exótica maharaní de Jaipu y nuestra reina Sofía, acompañada a veces de sus hijos y sobrinos, a quienes Alicia debía preparar la merienda en muchas ocasiones. También veremos a monarcas como don Juan de Borbón, la veintena de veces que don Juan Carlos posó en el estudio de Ricardo, tomando café y charlando con el matrimonio, al gran duque Juan de Luxemburgo y a muchos otros miembros de la nobleza europea.Una divertida y curiosa biografía que constituye el mejor homenaje en el décimo aniversario de la muerte de Ricardo Macarrón