Rafael Nadal ya es a sus 22 años un campeón total. Su poderoso brazo izquierdo ha impuesto su ley en todas
las superficies en las que se juega al tenis y se ha encaramado hasta al número uno mundial destronando al suizo Roger
Federer en un año mágico en el que ha ganado su primer título en Wimbledon y Australia, el cuarto consecutivo en Roland
Garros y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekin 2008. Esta es la historia de un fenómeno, un tenista modelo
de deportista que ha triunfado por su mentalidad, disciplina, pasión por el tenis y un comportamiento ejemplar fuera de
la pista fruto de su educación familiar y el trabajo incansable junto a su tío, entrenador y mentor, Toni Nadal.