Un helado día de 1946, el empleado de la frontera entre Canadá y Estados Unidos se resistía a dejar pasar a un grupo de muchachotes que decían llamarse los New York Knicks, dedicarse al baloncesto y pretender disputar, contra los Toronto Huskies, el primer partido de la historia de la NBA. «¿Baloncesto? Aquí conocemos a los New York Rangers que juegan al hockey sobre hielo, pero pasen si quieren. No creo que haya mucha gente que muestre el más mínimo interés por eso que dicen». Afortunadamente, aquel buen hombre se equivocaba y, 65 años después, la NBA se ha convertido en una de las manifestaciones deportivas más perfectas del planeta y en una máquina de hacer ocio y negocio, y acuñar logos y leyendas, perfectamente engrasada, a pesar de sus vaivenes, parones y crisis, como pasa en las mejores familias.
Este libro, con vocación de rendido «Hall of Fame» y festivo «All-Star weekend», más que rígida pizarra o pesada «biblia» de jugadas, ha seguido el rastro de todas ellas, y también de los ídolos caídos de la liga, de los bocazas, de los sospechosos habituales, de los muñecos rotos.... Todo eso y más (panel estadístico, curiosidades y anécdotas, camisetas históricas, ancestros de la competición, playground, ABA, legión extranjera, filmoteca NBA...) conforman esta invitación a contemplar el mayor espectáculo del mundo desde una silla a pie de pista y, con suerte, cerca de Jack Nicholson o Spike Lee. Balón al aire y que vuelen los gigantes.