La moral es el horizonte que define la acción del hombre y, como tal, es totalitaria y se define por sí sola. Nada humano le es ajeno, puesto que junto a la pregunta ontológica fundamental entorno al «ser» -«¿Qué soy?»- aparecerá siempre el cuestionamiento moral entorno a la acción -«¿Qué debo hacer?»-.
La moral es comprendida, entonces, como «una segunda naturaleza», ya sea que se conciba como mejora de lo dado natural, a la manera de la Antigüedad, o bien como rechazo de ello, al más puro estilo moderno.
Éste y otros planteamientos son desarrollados por Jankélévitch en su Curso de filosofía mora, impartido en la Universidad libre de Bruselas en 1962 y transcrito por uno de sus alumnos. En él se reúnen y esclarecen los planteamientos esenciales del autor en torno a la moral.