Junto con Fedón, Banquete y República, Fedro ocupa un lugar preeminente entre los Diálogos de Platón (c.
427 - 347 a. C.). Aunque se ha insistido mucho sobre la dificultad de determinar el tema a partir del cual se organiza
esta conversación, que se prolonga durante un día entero y versa sobre el amor, la retórica y la naturaleza de la
escritura, el diálogo se divide en dos partes que se oponen y complementan. En la primera, Sócrates inicia en los
misterios de la belleza al joven Lisias, que ha elaborado un discurso en contra de Eros. La segunda parte está
consagrada a una discusión sobre el arte de la palabra, en donde Sócrates elabora un recuento de las ventajas y
desventajas de la retórica.