En Soliloquios y divinanzas, José Mateos ha reunido algunas reflexiones, algunos pensamientos y sentires que en un principio pueden parecer desvinculados entre sí, pero que, leídos atentamente, forman una larga e inquietante divagación por la que van apareciendo algunos de los temas que más nos preocupan: el amor, la muerte, el arte, Dios... Y todos esos temas trabados y conectados por esa "aspiración melancólica y vaga que -en palabras de Bécquer- agita el espíritu con el deseo de una perfección imposible".
Libro de difícil clasificación, discontinuo y fragmentario, Soliloquios y divinanzas tiene, sin embargo, poco que ver con la literatura aguda y ocurrente que practica la greguería, la anécdota o el malabarismo literario. Sus páginas son más bien un diálogo con esa otra tradición de la que forman parte todos aquellos autores que han tratado de buscar hasta el fondo de la vida y que más tarde han regresado trayendo sólo unas pocas líneas, apenas unas frases, en las que se unen palabra y silencio, reflexión y emoción.