El pequeño territorio de la actual Comunidad Autónoma de Cantabria combina cultura y naturaleza en paisajes continuamente cambiantes. Así, en sus poco más de cinco mil kilómetros cuadrados, conviven uno de los patrimonios naturales más importantes de España, algo más de medio millón de habitantes y una oferta cultural de extraordinaria diversidad y calidad.
El paisaje natural de la región queda determinado por la proximidad entre la cordillera Cantábrica y el mar. El resultado de tan íntima vecindad es un relieve abrupto, marcado por la secuencia de valles fluviales casi paralelos y perpendiculares a la costa y un clima húmedo, templado y bastante variable.
Cantabria posee un abrumador legado artístico y cultural. Desde Altamira hasta la actualidad sus intrincados paisajes han dado cobijo a una de las mayores acumulaciones de arte rupestre del occidente europeo, a calzadas y ciudades romanas, colegiatas románicas, conventos y parroquias góticas, torres medievales, casonas y palacios barrocos y a las obras de artistas como Goya o Gaudí. En delicado equilibrio conviven el sosegado mundo rural y los cascos históricos de Santillana del Mar, Comillas, Laredo o San Vicente de la Barquera; la severa majestad de los Picos de Europa y los parques naturales costeros; el patrimonio subterráneo y los testimonios del actual desarrollo social, cultural y tecnológico de los núcleos urbanos.