Pocas ciudades presentan tantos contrastes, con esa mezcla de belleza, anarquía y surrealismo. Desconcertante a primera vista, Bruselas se entrega poco a poco al visitante, haciendo gala de su espíritu festivo, acogedor y, a menudo, bromista. Entendemos perfectamente el apego de los bruselenses por su ciudad, donde la vida no es muy cara y donde abundan los espacios verdes. Siendo una capital europea, ha sabido conservar su dimensión humana y un cierto aire de provincias. Y el eterno problema entre valones y flamencos no afecta (o casi) a ninguno de sus 19 municipios. Os invitamos, pues, a descubrir su creativo downtown, el «auténtico» barrio de las Marolles, el elegante Sablon, el Châtelain y su mítico modernismo? Con la guía Un gran fin de semana en Bruselas tendrás los mejores itinerarios para conocer la ciudad, los lugares imprescindibles que no hay que perderse, toda la información práctica para organizar el viaje, así como una selección de las mejores direcciones para comer, salir de noche o comprar en las tiendas más curiosas e interesantes de la capital belga.