Claudia es una urbanita de libro, incapaz de vivir en un lugar sin tiendas, restaurantes y salones de peluquería y manicura, jamás sale de casa sin maquillar y en su armario no abundan los atuendos sencillos. Su trabajo como subdirectora de una sucursal bancaria le permite llevar esa vida hasta que la trasladan a una aldea perdida en los bosques de Navarra.
Arturo tiene un duro trabajo por delante en su esfuerzo por sanear las cuentas de la granja heredada de sus padres. Su caserío es grande y está acondicionado en dos viviendas individuales, por lo que decide alquilar una a la nueva empleada del banco sin saber la que se le viene encima. Claudia es demasiado parecida a otra mujer de asfalto que le rompió el corazón dos años atrás.
¿Serán capaces de no dejarse llevar por los prejuicios? ¿Querrá Claudia cambiar toda su vida por amor? ¿Sabrá Arturo escuchar a su corazón? Su felicidad dependerá de ello, porque puede dártela quien menos te lo esperas.