Épica y monumental, la animada capital italiana cautiva al instante. Aunque la estancia sea breve, sus imponentes obras de arte y emblemáticas ruinas, las plazas barrocas y la intensa vida en la calle fascinarán al viajero. Repleta de bulliciosos cafés y trattorias, elegantes boutiques con la última moda y bares abiertos hasta pasada la medianoche, basta una sola visita para querer volver una y otra vez.