Bellísima, tranquila, monumental, misteriosa, acogedora. La Córdoba romana, luego capital majestuosa de Al Andalus, extiende su maraña de callejuelas morunas alrededor de la mezquita-catedral, la más clara evidencia de la síntesis de alturas que históricamente ha representado Córdoba. En el norte de Andalucía en las faldas de Sierra Morena y a orillas del Guadalquivir, el río grande de los árabes, el casco antiguo de Córdoba se cuenta sin duda entres los más bonitos del mundo. En ésta la ciudad de los rincones secretos, los patios escondidos, los juegos de luces, el sol, las flores y la cal. Nada mas reconfortante para el viajero que caminar sin rumbo por las callejuelas blancas de la Judería, o que dejar pasar la mañana en cualquier plazuela o en el patio de la Mezquita a la sombra de un naranjo.