Oslo, la capital de Noruega y la más antigua de todas las capitales escandinavas, está al fondo de un fiordo. Y en los últimos años se ha convertido en un lugar muy interesante, con atractivos museos, edificios históricos que datan de los dos últimos siglos, sofisticados cafés y -sobre todo en verano cierta vida nocturna. Oslo es un centro financiero e industrial importante y el puerto más dinámico de Noruega, una ciudad donde en verano las terrazas de los cafés están repletas de locales y turistas, así como los bares y las discotecas en cuanto cae la noche. Oslo lidera un país que cada año encabeza la lista mundial de naciones según su grado de desarrollo humano, un concepto que engloba nivel económico, educativo, sanitario, de paz social e integración de las minorías, es decir, probablemente sea acertado afirmar que es la capital del país más civilizado del planeta, lo que por sí solo ya es suficiente para animarse a visitarlo.