Desde su descubrimiento en el siglo XI, el archipiélago de Seychelles se convirtió en un paraíso de los que el hombre ha buscado siempre. El país, con sus 115 islas, se muestra al viajero como una inmensa playa tropical tapizada de blanca arena y cuajada de palmeras que se inclinan sobre las olas y bañada por un mar de aguas cristalinas de tonos esmeralda. Seychelles es también una tierra de gente alegre y hospitalaria, con una sabrosa cocina criolla y una reserva natural única en el mundo, el Vallée de Mai, un bosque primitivo donde crece el famoso coco de mer, especie vegetal endémica con una curiosa forma que se ha convertido en una de las principales señas de identidad para el país. Seychelles es un país alegre, luminoso y tranquilo, el paraíso con el que todos hemos soñado alguna vez.