A finales del siglo XIX Praga se encuentra dividida entre los checos, que buscan su independencia, los germanohablantes, que tienen el poder, y los judíos, atrapados en medio. Hay disturbios en la calle, se vive bajo la ley marcial y la policía
austriaca se infiltra por doquier. El conde Adi, enfermo de los pulmones, lleva una existencia ajena a esa convulsa
realidad y pasa los días en burdeles y bares. Pero el asesinato de una prostituta a manos de un presunto fantasma, la llegada a la ciudad de una supuesta princesa judía y el retorno de su primo Mani lo obligarán a involucrarse.