Junio de 1942. Alemania lanza la ofensiva definitiva contra la Unión Soviética. El destino de la II Guerra Mundial se concentra en el Cáucaso, en una batalla apocalíptica que finalmente conduce a la derrota del Tercer Reich.
En el verano de 1942, la Segunda Guerra Mundial se encontraba en su apogeo. La entrada en la guerra de los Estados Unidos había dado a la contienda una dimensión auténticamente mundial, pero en ese momento, el destino de todo el conflicto se centraba en las infinitas estepas del sur de la Unión Soviética.
Enfrentada a la pesadilla de una guerra en dos frentes, Alemania intentó acabar con dicha situación concentrando la mayor parte de sus recursos militares disponibles para dar un golpe definitivo. Con la esperanza de aniquilar económicamente a la Unión Soviética e inducirla a firmar la paz, las fuerzas del Tercer Reich, junto con grandes contingentes de sus aliados italianos, rumanos y húngaros, se lanzaron a la conquista de todo el sur de la Unión Soviética, en una de las mayores operaciones militares de la historia.
En esta obra, el historiador Juan Pastrana analiza el punto de partida de la ofensiva alemana, sus esperanzas y los errores que se cometieron, así como las repercusiones sobre el Cáucaso tras la retirada de las tropas del Eje.
Conozca una ofensiva que podía haber cambiado el curso de la Segunda Guerra Mundial, y en cuyo desenlace podemos encontrar el germen tanto del nacionalismo checheno como de los deseos de independencia de los actuales Estados que conforman el Cáucaso.