Los Perestrelo huyen a Oporto, donde alquilan una casa y rehacen su vida. Valentín busca a su antigua novia, pero,
al verlo, ella se asusta y huye despavorida. Destrozado, vaga por la ciudad y conoce a la misteriosa Diana, que
conquista su corazón. Sólo que su madre no se cansa de avisarle: «¡El amor hace daño, Valentín!».
Entre tanto, Milhombres, el cazador de vampiros, descubre que los Perestrelo están en la ciudad; y la caza continúa.
Finalmente, llega a casa de los Perestrelo un paquete sin remitente. Dentro, hay una caja de música. Tras darle
cuerda, suena una extraña canción.