El libro analiza a Don Juan y a Segismundo desde un punto de vista aparentemente inhabitual: su existencia no ya como ?literatura?, sino como mitos. El análisis del mito como tal implica su descomposición en elementos mínimos significativos o mitemas, y en espacios asimismo significativos en los que se disponen dichos mitemas.
Así, pues, Don Juan, reducido a un conjunto de mitemas, repite de obra en obra sus singulares características. La mitología de (o en) Don Juan es multiplicación de sí misma, a la inversa de lo que ocurre en La vida es sueño que recoge y condensa un material mitológico antecedente en que Calderón interviene como sintetizador.
Dos observaciones se imponen: en primer lugar, que los análisis que aquí se ofrecen son esencialmente ideológicos: en Don Juan no cambia la forma mitológica, sino su adaptación a un discurso mitológico variable según los lugares y momentos de la historia. En segundo lugar, los mitos estudiados (Don Juan, Segismundo) a pesar de su raigambre española, no ostentan ni un solo rasgo de hispánica especificidad: son figuras universales, susceptibles de integrarse en otras culturas o momentos históricos culturales ajenos a los que los vieron forjarse.
En el presente libro se estudian, además de La vida es sueño, una serie de Don Juanes dramáticos (por ser el drama la forma primigenia del discurso mítico recogido por la invención creadora de los artistas): además del Burlador español, se analizan el Don Juan de Moliére, el Don Giovanni de Mozart-Da Ponte, el de Pushkin, la versión romántica de Zorrilla y sus parodias (Las galas del difunto de Valle-lnclán), y, por fin, el curioso y probablemente definitivo Don Juan o el amor a la geometría, de Max Frisch.