Tyke Tiler nos cuenta, con un lenguaje expresivo y divertido, las trifulcas de su amistad con Danny, un niño tan encantador como encantado, con una pronunciación aberrante y una peligrosa manía: robar. Sólo Tyke Tiler sabe descifrar sus balbuceos y se presta a sacarle las castañas del fuego. Pero los profesores quieren separarlos, enviar a Danny a una escuela especial para niños con problemas. ¿Qué será de Danny y de Tyke, entonces?