En cada libro hay cuatro grandes escenas que el niño tendrá que completar montando un rompecabezas, dos de los cuales tiene dos piezas, y los otros dos, cuatro. Asimismo, en cada página hay una pregunta; la respuesta está en el dorso de las piezas del puzle. Estos libros, diseñados para niños pequeños, favorecen la motricidad fina y la capacidad de observación. Las piezas de los rompecabezas son grandes y tienen las esquinas redondeadas, por lo que son ideales para manos pequeñas.