Cuando Elly Barton trepa a la rama 33 del árbol que hay en el jardín de su casa, es verdaderamente féliz. Desde arriba se puede contemplar todo el barrio. Y nadie, ni siquiera sus hermanos, Anthony, Paul y Douglas, tienen permitido subir alli. Lo malo es que el vecino guarda en la caseta de herramientas una enorme sierra mecánica