Santiago Marchena vive una vida en línea recta, aburridamente previsible, con un principio y un final anodinos.
Mientras trabaja como ingeniero, a cientos de metros bajo el Estrecho de Gibraltar, en la construcción del larguísimo túnel que habrá de unir África con Europa, sobreviene un terrible terremoto que destruye todo: los volquetes, la tuneladora, a sus compañeros, la línea recta aburridamente previsible Así comienza esta epopeya, las mil y una aventuras en que, a partir de ese instante, el joven ingeniero se verá envuelto, tratando de ponerse a salvo del cataclismo que se acaba de producir, llegando a lugares nunca antes imaginados por él.