Un despiadado asesino está actuando impunemente en Georgia, al sur de Estados Unidos, donde secuestra, mata
y mutila salvajemente los cadáveres de una decena de niñas de la pequeña localidad de Augusta Falls. Joseph Vaughan,
con sólo doce años, ve cómo la tragedia asola su comunidad y decide formar una patrulla de protección con su pandilla.
Cuando un vecino es sorprendido en posesión de objetos que habían pertenecido a las víctimas, parece que todo ha
terminado. Pero al cabo de cincuenta años, con Joseph rehaciendo su vida en Nueva York, salta la noticia de que el
asesino aún anda suelto y vuelve a matar.