La playa también es el escenario ideal para la juventud. Entre drogadictos y rateros, los chicos sueñan con ser jefes de bandas mafiosas, las chicas, estrellas de la televisión: cualquier cosa para olvidar las condiciones de trabajo en la fábrica, las madres agobiadas, los padres en paro, la delincuencia como una amenaza omnipresente. Ana y Francesca van a cumplir catorce años y son las reinas de esta ciudad condenada. Juntas se enorgullecen de su exuberante belleza, se prometen escapar y se juran amistad y fidelidad incondicional. Hasta que llega el sexo, y el amor.