«¿Burroughs mató a su mujer jugando a Guillermo Tell? ¿Álvaro Mutis estuvo en la famosa cárcel de Lecumberri por malversación? ¿Anne Perry fue una adolescente asesina?
Si al principio me fascinaba el acto violento o tan sólo ilegal, después me fascinaba su representación, y cómo esa representación acaba
transformando al propio escritor. El libro del escritor delincuente se vuelve una nueva sala del tribunal, y el lector el jurado o, en algún caso, un nuevo acusado como miembro de esa sociedad a la que condena el delincuente.» José oveJero