Toby -o Jack , como le gusta llamarse a sí mismo en homenaje a su adorado Jack London- recorre con su madre, con la que forma una auténtica "pareja telepática", las carreteras de Estados Unidos. Entre mapas, whisky, peleas a puñetazos, amistades y traiciones, absorbe la esencia de esa América de los años cincuenta que marcará irremediablemente su juventud. Una juventud con toques minimalistas y dickensianos a un tiempo, que sirve a Tobias Wolff para trazar con humor y ternura el retrato de un tiempo pasado en el espejo de su propia imagen.