Desde niña, Ellenweore destaca manejando la forja de su padre. Y aunque en plena Edad Media a una mujer nunca se le permitiría destacar en tal oficio, las penosas circunstancias que vivirá la acercarán a su sueño. Tendrá que huir a Normandía, haciéndose pasar por chico, y allí aprenderá los secretos de su arte, conocerá el violento mundo de los torneos y las intrigas nobiliarias y hallará al amor de su vida, Guillaume el Mariscal, para quien en el futuro forjará la mítica espada Athanor.