Pussy Riot es un colectivo artístico ruso de inequívoca inspiración punk. El 21 de febrero de 2012, cinco de sus integrantes perpetraron una actuación de protesta en la Catedral del Cristo Salvador en Moscú. Tres de ellas, Maria Alyokhina, Nadezhda Tolokonnikova y Yekaterina Samutsevich, conocidas como Masha, Nadya, y Katya, fueron arrestadas y acusadas de blasfemia, apología del terrorismo, vandalismo y, de añadidura, por incitar al odio religioso. A medida que la causa judicial seguía su curso, estas jóvenes se convirtieron en iconos feministas, atrayendo la atención y el apoyo de activistas y artistas de todo el mundo. Fueron condenadas a dos años de prisión, y la irreductible defensa de sus ideales ha sido fuente de inspiración para toda la causa a escala mundial.