Un revolucionario, perseguido por la policía, se esconde en una casa de prostitución. Ha cumplido ya 26 años, pero no sabe qué es tener a una mujer entre los brazos. Escoge a la muchacha que cree más pura, y, entre las paredes de su habitación, inician un sorprendente diálogo. La muchacha, en un formidable anhelo de purificación, se siente atraída por el idealista ingenuo?en el que intuye la bondad de la que ella carece?, y, mientras el progresivo amor que siente por él le abre caminos de insospechada elevación, el revolucionario, por el contrario, ve alejarse los ideales que le habían guiado hasta entonces, hundiéndose en lo opaco. Andréyev, en este relato palpitante, dibuja con mano maestra la ceguera del ser humano y su formidable egoísmo.