La Barcelona de principios del siglo XX sacudida por los conflictos sociales y la explosión del modernismo,
constituye el marco histórico de esta trepidante novela.
Víctor Pons trabaja como jefe de seguridad del casino de La Rabassada, que se inauguraría en Barcelona con toda
pompa el 15 de julio de 1911 y que tendría la pretensión de ser el nuevo emblema de la ciudad.
Como responsable de la seguridad del Casino se verá enfrentado en toda su crudeza a la codicia y la locura que
generan las mesas de juego, pero también será allí donde encuentre el amor de Carla Torres, una joven burguesa.
La muerte en extrañas circunstancias de un cliente del casino de origen italiano, provocará que Pons tenga que
hacer uso de todos sus recursos para evitar un escándalo, por lo que hace desaparecer el cuerpo. Sin embargo,
lo que en principio parecía un suicidio resultará ser un asesinato y Pons se verá inmiscuido en una trama
policial salpicada por la amenaza mafiosa, que le obligará a desentrañar la madeja de lo sucedido,
sin darse cuenta de que hay una vida en juego: la suya.