No moriré cazado es una adaptación al cómic de la novela homónima de Guillaume Guéraud, que
tiene lugar en un pueblo de 1200 almas donde todo son cotilleos, odio y rivalidades ancestrales.
Y donde, sin avisar, surge el drama.
Cartuchos de carabina en la habitación, un hombre con el tobillo roto en el jardín... Es difícil no
dejarse atrapar por No moriré cazado. Cuenta un suceso extremadamente violento, de los que se
leen en los periódicos, como pudo ser el tiroteo del Instituto Columbine en Estados Unidos o el de
Puerto Hurraco en España, ambos llevados a la gran pantalla.
La violencia del relato está más sugerida que mostrada, para lograrlo Alfred se vale de un efectivo
tratamiento gráfico y de una narrativa sobria."La violencia tiene muchas caras en este relato.
El interés para mí era enseñar sus diversas caras", apunta Alfred.
Y hablando de la novela inédita en España de Guillaume Guéraud, cuenta: "Para mí fue una bofetada.
Desde las 10 primeras páginas, algo muy fuerte subió en mí. Una sensación que se me quedó
varios meses tras la lectura. Una sensación a la que di vueltas durante tiempo y que he querido
transmitir".