El caso Sufia Elmi dejó a Kari Vaara con la cara llena de cicatrices, insomnio crónico una migraña constante y un montón de fantasmas rondándole. Un año después de resolver el caso, Kari se ha trasladado a Helsinki, trabaja en horario nocturno en la brigada de homicidios y está aterrorizado por si su esposa, embarazada de nuevo, pierde al bebé, después de que abortara a los gemelos justo después de Navidades.
En esta ocasión, Kari tiene que investigar a un héroe nacional de la Segunda Guerra mundial, ya nonagenario: el Ministerio del Interior exige que se pruebe su inocencia, pero Alemania está presionando para que se le extradite.
De manera paralela, Kari también empieza la investigación del asesinato y tortura de Iisa Filippov la mujer disoluta de de un hombre de negocios ruso.
Se acusa injustamente a su amante y no es otro que el arrogante y despechado marido de la víctima el que le señala como asesino. Sin embargo, el amante tiene un protector en las altas esferas, lo que lleva a Kari a los corruptos pasillos del poder... El pasado y el presente se acabarán encontrando a través de las dos investigaciones de una manera que nadie podría haber llegado a imaginar.