Los trece relatos que componen este libro, en su mayor parte inéditos en castellano y extraídos de la obra El triunfo del huevo (1921), nos muestran lo mejor de la narrativa de Sherwood Anderson: expresa sentimientos complejos con un estilo sencillo y se rebela contra el conformismo social. Sus historias están llenas de ternura por los personajes descritos, que parecen extraviados en la violencia de la industrialización americana.
Esta obra es similar en muchos aspectos a su libro más conocido, Winesburg, Ohio, sobre todo por su manera de dar voz a los que no la tienen, a esas almas desconcertadas que deambulan por sus páginas de manera fugaz pero conmovedora.
Nada escapa a su visión compasiva de la humanidad y siente especial interés por las clases más desfavorecidas: mujeres, negros y pieles rojas, quienes «aunque hoy hayan prácticamente desaparecido, aún siguen siendo dueños del continente americano... porque en aquellos tiempos ellos amaban la tierra».