La pesadilla empieza siempre de la misma manera. Una noche larga, el llanto del bebé no cesa. Apenas descansas, pero no debes dormirte. Simplemente no debes. Sin embargo, con las primeras luces del alba, caes rendida y cierras los ojos, apenas unos instantes. Cuando los vuelves a abrir, tu pequeño
está quieto, sus manitas frías y no respira. Para muchas mujeres es la peor pesadilla del mundo, pero al despertar la olvidan. Para Helen, Ray y Sarah parece no acabar nunca. Las tres han sido acusadas de infanticidio, las tres aseguran ser inocentes. Es el momento de saber la verdad.