Una vieja dama, convertida en multimillonaria, regresa un día al pueblo del que se vio obligada a marcharse hace más de cuarenta años. Ha vuelto para vengarse de un hombre que, en su juventud, la abandonó con una hija y la condenó al arroyo. Prostituta, esposa y luego viuda de un millonario armenio que le deja una inmensa fortuna, lo único que reclama ahora esta vieja dama es justicia, y para ello no dudará en emplear el sacrosanto poder del dinero.
Escrita en 1955, La visita de la vieja dama se estrenó en enero del siguiente año en Schauspielhaus de Zurich, y obtuvo enseguida un enorme éxito de público y crítica. En 1964 se rodó su versión cinematográfica, interpretada por Ingrid Bergman y Anthony Quinn. Hoy ya es un clásico del teatro contemporáneo, y se ha convertido para su autor en lo que Esperando a Godot (Fábula 26) es para Samuel Beckett.