En Vineland, región californiana inventada por Pynchon, donde crecen enormes secuoyas rojas, sobrevive, envuelto en brumas, un grupo de personas que hoy hacen frente como pueden a las consecuencias de su vida en los años sesenta. En 1984, la joven Prairie busca a su madre, Frenesi, figura legendaria de los movimientos radicales a fines de los años sesenta. Lo que no sabe la hija es que la madre acaba de perder su empleo en el FBI por un recorte de presupuesto del gobierno de Reagan y que, una vez «fuera», es el blanco perfecto de un ex-amante suyo, Brock Vond, auténtico representante del Mal y de las fuerzas de represión. Brock llega a California armado hasta los dientes, empeñado en acabar con los miembros de la comunidad liderada en los viejos tiempos por Frenesi y que ahora buscan refugio en Vineland. Nada de todo ello detiene a Prairie, la niña abandonada hace quince años, decidida a descubrir la trama negra que envuelve a su madre, objeto de la ira y el deseo del terrible Brock.