1940, Marsella, una puerta hacia la libertad. Millares de personas que huyen del fascismo alemán, personas
de todas partes de Europa, luchan por conseguir visados, sellos, certificados para poder abandonar el continente. Sus
caminos se cruzan en su carrera de oficina en oficina. Durante un breve período, las vidas ajenas están unidas por
esperanzas, pasiones, deseos. Los recuerdos están grabados a fuego: para el narrador, los de un doloroso amor por
aquella mujer que buscaba las huellas de su esposo muerto.