Todo el mundo da por perdido al "vengador del desierto", George W. Hayduke III, verdadero héroe de "La Banda de la Tenaza", la temible pandilla dedicada al "eco-sabotaje" contra los "saqueadores de la Madre Tierra". Además, sus compañeros de correrías, Bonnie Abbzug, Doc Sarvis y Seldom Seen Smith, parecen haber domesticado sus vidas, ya entre pañales o entre un sinfín de esposas mormonas, y están muy lejos de volver a las andadas contra el desarrollismo sin sentido que les está robando hasta el aire que se respira entre Utah y Arizona, al lado del mismísimo Gran Cañón del Colorado. Su gran perseguidor, el reverendo Dudley Love, campa a sus anchas con proyectos que incluyen minas de uranio, plantas de energía, hoteles, promociones para ricos jubilados y un campo de golf con sus 18 hoyos reglamentarios. Para ello cuenta con un auténtico monstruo, la máquina de dragado más grande del mundo, la super G.E.M.A. 4250 W, bien llamada GOLIATH -¿Dónde están ahora "ese cobarde de Hayduke y su Monkey Wrench Gang"?, se pregunta Love-. Enfrente del gigante sólo hay un grupo bienintencionado, pero bastante desnortado y variopinto, de paladines del monkeywrenching: "indignados, descontentos, visionaros majaras, revolucionarios vengadores, convencidos ecologistas fumadores de pipa bien entrenados, paletos pseudointelectuales empapados en Thoreau, etc.". Pero, ¿podrá alguno de ellos enfrentarse realmente a semejante apisonadora?
Escrita en 1989, y publicada póstumamente, Edward Abbey decidió reunir de nuevo en ¡Hayduke vive! a los ya míticos héroes de su novela La Banda de la Tenaza (Berenice, 2012), un clásico de la contracultura americana que, desde 1975, se convirtió en una Biblia de activismo y de resistencia "más o menos, pacífica", y en un canto renovado a cualquier forma de desobediencia civil.