Como el agua que fluye reúne tres relatos que se desenvuelven en la Europa del siglo XVII. Desde el bellísimo relato de incesto como acto voluntario en Ana, soror hasta el Nathanael de Un hombre oscuro, contrafigura del Zenón de Opus nigrum, o el Lazare de Una hermosa mañana, encontramos en este volumen el genio vivo de Marguerite Yourcenar, la gran escritora a la que Jean D,Ormesson dedicó, en su discurso de respuesta en la Academia Francesa, las siguientes palabras: Si hubiera que caracterizar con una sola palabra el conjunto de su obra, no lo dudaría un momento: Yourcenar o el saber, naturalmente. Yourcenar o la serenidad, sin duda. Pero sobre todo, Yourcenar o la altura, Yourcenar o la elevación.