No puede escapar, pero tampoco dejar de correr.
El corredor nocturno es la historia de una obsesión: la de correr sin tregua para llegar a ninguna parte. Su protagonista, gerente de una compañía de seguros en Montevideo, lo hace para liberarse de las tensiones de su trabajo. En la sala de espera de un aeropuerto conoce a un hombre misterioso y perturbador que se presenta como un benefactor. A partir de entonces, su vida empezará a deslizarse hacia un ambiguo territorio donde las certezas de lo cotidiano se desvanecen y correr es inútil.
Esta novela intensa, misteriosa, recrea el mito fáustico por medio de una trama jalonada de hechos que son, al mismo tiempo, triviales y siniestros: todo depende del cristal con el que se los mire, de la conciencia desde la que se los juzgue.
Hugo Burel ha concebido esta historia apasionante que plantea la lucha por el poder, la hipocresía y la crisis moral, pero que va más allá al demostrar que, fortuitamente, nuestro mundo familiar, nuestra vida cotidiana, pueden agrietarse y desmoronarse obedeciendo a ese juego de reglas inciertas que denominamos, tan resignadamente, azar.