Raf, un joven londinense que se gana la vida en una emisora pirata y paseando a una mascota, malvive entre éxtasis, fiestas nocturnas en lavanderías after hours y restaurantes baratos de comida asiática. También ha probado el glow, la nueva droga birmana. La súbita desaparición de su amigo Theo, el dueño de la emisora, desencadena una acción desenfrenada, que va desde el sur de Londres hasta una oscura aldea de Birmania y que engancha desde las primeras páginas. Una trama densa por la que se circula sin embargo con ligereza. De lo absurdo, de lo marginal y miserable se levanta todo un edificio narrativo de una enorme riqueza de discurso, original como pocos por lo muy alejado de los tópicos y estándares del romanticismo cinematográfico de la segunda mitad del siglo xx, no menos noble que éstos y desde luego más auténtico.