Un thriller psicológico, una profunda revisión de los sentimientos más repulsivos y nobles del ser humano a través de un protagonista inolvidable, un Raskolnikov del siglo XXI.
La culpa se mueve entre el remordimiento y la expiación, bordeando piscinas vacías.
Un conocido escritor que está pasando por una época de sequía creativa asiste a una fiesta en casa de su editora y atropella por accidente al joven con el que ha acudido. A partir de ese momento comienza un juego en el que la experiencia y la imaginación del protagonista se solaparán confundiendo sus límites. Una lucha entre el instinto de supervivencia de un hombre que quiere olvidar y el poder de la culpabilidad que lo corroe.
El director de cine Félix Sabroso elabora un thriller psicológico que esconde una realidad distorsionada, caleidoscópica, que mantiene al lector expectante hasta el final.
«No fue difícil entrar al recinto a través de la portezuela de la verja. No imaginé fantasmagoría pasada; ni niños, ni agua, ni chapoteo, ni felicidad de otros. Acepté el paso del tiempo y me quedé con lo que veía. Tampoco me resultó complicado acceder al interior de la piscina por la crujiente y desdentada escalerilla del lado que menos cubría. Una vez dentro, caminé de un lado a otro. Varias veces. Tres largos. A ratos mirando hacia el interior, la desconchada línea negra sobre fondo a veces azul y otras gris, otros hacia arriba, al cielo, también cemento y ventisca. Una y otra vez. De un lado a otro.
»Nado en piscinas vacías.»