La solitaria señora Kim contempla la nieve caer, sin más ocupación que maldecir a sus vecinos, hasta que de pronto ve a una mujer correr desnuda entre los copos. Después de anunciar a sus padres que abandona la fe cristiana, Silvi se encapricha de un mormón con quien anhela iniciarse en el sexo. El viejo Wutrich busca desesperadamente a quien se case con su hija, a cambio de darles un techo a los dos. Con una extensa carrera a sus espaldas, el señor Bagiardelli acaricia por fin su más preciado anhelo: llegar a diseñar el cementerio perfecto.
Federico Falco retrata un universo en el que los niños maduran para huir de su infancia y los adultos zozobran antes de dejarse mecer por vidas incrustadas y geométricas. Con un estilo depurado y transparente, Falco nos permite contemplar, a través de la cerradura, la existencia de personajes desprotegidos y orgullosos, empeñados en una lucha tranquila, casi silenciosa, por encontrar un sentido.