Este hermoso texto, publicado originalmente en 1949, se propone describir la situación del hombre. Para ello, aboga por situar al ser humano en el tiempo, en el fluir de la historia universal, para lo cual no debemos únicamente mirar al pasado, sino que tenemos que pensar en el futuro, precisar cómo se inscribe y se articula la
existencia del individuo en esa totalidad que, como producto de la conciencia de cada época, cambia. Comprender la historia es comprendernos a nosotros mismos. Esta edición de Origen y meta de la historia recupera la traducción de Fernando Vela que se publicó por primera vez en Revista de Occidente en 1951.